Студопедия — LECTURA Y TRABAJO SOBRE LOS TEXTOS (TEXTO 2)
Студопедия Главная Случайная страница Обратная связь

Разделы: Автомобили Астрономия Биология География Дом и сад Другие языки Другое Информатика История Культура Литература Логика Математика Медицина Металлургия Механика Образование Охрана труда Педагогика Политика Право Психология Религия Риторика Социология Спорт Строительство Технология Туризм Физика Философия Финансы Химия Черчение Экология Экономика Электроника

LECTURA Y TRABAJO SOBRE LOS TEXTOS (TEXTO 2)






 

 

1. Lee el texto sin diccionario (solo con la ayuda de los glosarios de vocabulario que te proporcionamos) y prepárate para relatar su contenido en clase junto con tus compañeros y analizar el fragmento.

2. Durante la lectura, fíjate en las expectativas creadas por Lázaro cuando conoce a su nuevo amo y cómo esto contrasta con la realidad que se encuentra. Intenta rellenar las siguientes tablas. Puedes incluir frases completas sacadas del texto.

 

 

características del escudero  
pensamientos de Lázaro  
características de la época  

 

 

TEXTO 2 - El escudero (tercer amo).

[Fragmentos seleccionados del Tratado Tercero].

 

Cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él

 

De esta manera me fue forzado sacar fuerzas de flaqueza, y poco a poco, con ayuda de las buenas gentes, di conmigo en esta insigne ciudad de Toledo, adonde, con la merced de Dios, dende a quince días se me cerró la herida. Y, mientras estaba malo, siempre me daban alguna limosna; mas, después que estuve sano, todos me decían:

-Tú, bellaco y gallofero eres. Busca, busca un buen amo a quien sirvas.

«¿Y adónde se hallará ése -decía yo entre mí-, si Dios ahora de nuevo, como creó el mundo, no le crease?»

Andando así discurriendo de puerta en puerta, con harto poco remedio, porque ya la caridad se subió al cielo, topome Dios con un escudero que iba por la calle, con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden. Mirome, y yo a él, y díjome:

-Muchacho, ¿buscas amo?

Yo le dije:

-Sí, señor.

-Pues vente tras mí -me respondió-, que Dios te ha hecho merced en topar conmigo; alguna buena oración rezaste hoy.

Y seguile, dando gracias a Dios por lo que le oí, y también que me parecía, según su hábito y continente, ser el que yo había menester.

Era de mañana cuando éste mi tercero amo topé, y llevome tras sí gran parte de la ciudad. Pasábamos por las plazas do se vendía pan y otras provisiones. Yo pensaba, y aun deseaba, que allí me quería cargar de lo que se vendía, porque ésta era propia hora cuando se suele proveer de lo necesario, mas muy a tendido paso pasaba por estas cosas.

«Por ventura no lo ve aquí a su contento -decía yo-, y querrá que lo compremos en otro cabo».

De esta manera anduvimos hasta que dio las once. Entonces se entró en la iglesia mayor, y yo tras él, y muy devotamente le vi oír misa y los otros oficios divinos, hasta que todo fue acabado y la gente ida. Entonces salimos de la iglesia. A buen paso tendido comenzamos a ir por una calle abajo. Yo iba el más alegre del mundo en ver que no nos habíamos ocupado en buscar de comer. Bien consideré que debía ser hombre, mi nuevo amo, que se proveía en junto, y que ya la comida estaría a punto y tal como yo la deseaba y aun la había menester.

En este tiempo dio el reloj la una después de mediodía, y llegamos a una casa, ante la cual mi amo se paró, y yo con él, y, derribando el cabo de la capa sobre el lado izquierdo, sacó una llave de la manga y abrió su puerta y entramos en casa, la cual tenía la entrada oscura y lóbrega, de tal manera que parece que ponía temor a los que en ella entraban, aunque dentro de ella estaba un patio pequeño y razonables cámaras.

Desque fuimos entrados, quita de sobre sí su capa y, preguntando si tenía las manos limpias, la sacudimos y doblamos y, muy limpiamente soplando un poyo que allí estaba, la puso en él. Y hecho esto, sentose cabo de ella, preguntándome muy por extenso de dónde era y cómo había venido a aquella ciudad. Y yo le di más larga cuenta que quisiera, porque me parecía más conveniente hora de mandar poner la mesa y escudillar la olla que de lo que me pedía. Con todo eso, yo le satisfice de mi persona lo mejor que mentir supe, diciendo mis bienes y callando lo demás, porque me parecía no ser para en cámara. Esto hecho, estuvo así un poco, y yo luego vi mala señal por ser ya casi las dos y no verle más aliento de comer que a un muerto. Después de esto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arca como el de marras. Finalmente, ella parecía casa encantada. Estando así, díjome:

-Tú, mozo, ¿has comido?

-No, señor -dije yo-, que aún no eran dadas las ocho cuando con vuestra merced encontré.

-Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y, cuando así como algo, hágote saber que hasta la noche me estoy así. Por eso, pásate como pudieres, que después cenaremos.

Vuestra merced crea, cuando esto le oí, que estuve en poco de caer de mi estado, no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa. Allí se me representaron de nuevo mis fatigas y torné a llorar mis trabajos; allí se me vino a la memoria la consideración que hacía cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo que, aunque aquel era desventurado y mísero, por ventura toparía con otro peor. Finalmente, allí lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera. Y con todo disimulando lo mejor que pude, le dije:

-Señor, mozo soy que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios. De eso me podré yo alabar entre todos mis iguales por de mejor garganta, y así fui yo loado de ella hasta hoy día de los amos que yo he tenido.

-Virtud es esa -dijo él-, y por eso te querré yo más, porque el hartar es de los puercos y el comer regladamente es de los hombres de bien.

«¡Bien te he entendido! -dije yo entre mí-. ¡Maldita tanta medicina y bondad como aquestos mis amos que yo hallo hallan en la hambre!»

Púseme a un cabo del portal y saqué unos pedazos de pan del seno, que me habían quedado de los de por Dios. Él, que vio esto, díjome:

-Ven acá, mozo. ¿Qué comes?

Yo llegueme a él y mostrele el pan. Tomome él un pedazo, de tres que eran, el mejor y más grande, y díjome:

-Por mi vida, que parece éste buen pan.

-¡Y cómo ahora -dije yo-, señor, es bueno!

-Sí, a fe -dijo él-. ¿Adónde lo hubiste? ¿Si es amasado de manos limpias?

-No sé yo eso -le dije-; mas a mí no me pone asco el sabor de ello.

-Así plega a Dios -dijo el pobre de mi amo.

Y, llevándolo a la boca, comenzó a dar en él tan fieros bocados como yo en lo otro.

-¡Sabrosísimo pan está -dijo-, por Dios!

Y como le sentí de qué pie cojeaba, dime prisa, porque le vi en disposición, si acababa antes que yo, se comediría a ayudarme a lo que me quedase. Y con esto acabamos casi a una. Y mi amo comenzó a sacudir con las manos unas pocas de migajas, y bien menudas, que en los pechos se le habían quedado. Y entró en una camareta que allí estaba, y sacó un jarro desbocado y no muy nuevo, y, desque hubo bebido, convidome con él. Yo, por hacer del continente, dije:

-Señor, no bebo vino.

-Agua es -me respondió-. Bien puedes beber.

Entonces tomé el jarro y bebí, no mucho, porque de sed no era mi congoja.

 

[...]

 

Hecha la cama, y la noche venida, díjome:

-Lázaro, ya es tarde, y de aquí a la plaza hay gran trecho. También en esta ciudad andan muchos ladrones, que, siendo de noche, capean. Pasemos como podamos, y mañana, venido el día, Dios hará merced; porque yo, por estar solo, no estoy proveído, antes he comido estos días por allá fuera. Mas ahora hacerlo hemos de otra manera.

-Señor, de mí -dije yo- ninguna pena tenga vuestra merced, que bien sé pasar una noche y aún más, si es menester, sin comer.

-Vivirás más y más sano -me respondió-, porque, como decíamos hoy, no hay tal cosa en el mundo para vivir mucho que comer poco.

«Si por esa vía es -dije entre mí-, nunca yo moriré, que siempre he guardado esa regla por fuerza, y aún espero, en mi desdicha, tenerla toda mi vida».

Y acostose en la cama, poniendo por cabecera las calzas y el jubón, y mandome echar a sus pies, lo cual yo hice; mas, maldito el sueño que yo dormí, porque las cañas y mis salidos huesos en toda la noche dejaron de rifar y encenderse; que con mis trabajos, males y hambre, pienso que en mi cuerpo no había libra de carne, y también, como aquel día no había comido casi nada, rabiaba de hambre, la cual con el sueño no tenía amistad. Maldíjeme mil veces (Dios me lo perdone), y a mi ruin fortuna, allí lo más de la noche, y lo peor, no osándome revolver por no despertarle, pedí a Dios muchas veces la muerte. [...]

Contemplaba yo muchas veces mi desastre, que, escapando de los amos ruines que había tenido y buscando mejoría, viniese a topar con quien no sólo no me mantuviese, mas a quien yo había de mantener. Con todo, le quería bien, con ver que no tenía ni podía más, y antes le había lástima que enemistad. Y muchas veces, por llevar a la posada con que él lo pasase, yo lo pasaba mal. Porque una mañana, levantándose el triste en camisa, subió a lo alto de la casa a hacer sus menesteres y, en tanto yo, por salir de sospecha, desenvolvile el jubón y las calzas, que a la cabecera dejó, y hallé una bolsilla de terciopelo raso, hecha cien dobleces y sin maldita la blanca ni señal que la hubiese tenido mucho tiempo.

«Éste -decía yo- es pobre, y nadie da lo que no tiene; mas el avariento ciego y el malaventurado mezquino clérigo, que, con dárselo Dios a ambos, al uno de mano besada y al otro de lengua suelta, me mataban de hambre, aquellos es justo desamar y aqueste es de haber mancilla».

Dios es testigo que hoy día, cuando topo con alguno de su hábito con aquel paso y pompa, le he lástima con pensar si padece lo que aquél le vi sufrir; al cual, con toda su pobreza, holgaría de servir más que a los otros, por lo que he dicho. Sólo tenía de él un poco de descontento: que quisiera yo que no tuviera tanta presunción; mas que abajara un poco su fantasía con lo mucho que subía su necesidad. Mas, según me parece, es regla ya entre ellos usada y guardada: aunque no haya cornado de trueco ha de andar el birrete en su lugar. El Señor lo remedie, que ya con este mal han de morir.

Pues, estando yo en tal estado, pasando la vida que digo, quiso mi mala fortuna, que de perseguirme no era satisfecha, que en aquella trabajada y vergonzosa vivienda no durase. Y fue, como el año en esta tierra fuese estéril de pan, acordaron el ayuntamiento que todos los pobres extranjeros se fuesen de la ciudad, con pregón que el que de allí adelante topasen fuese punido con azotes. Y así, ejecutando la ley, desde a cuatro días que el pregón se dio, vi llevar una procesión de pobres azotando por las Cuatro Calles. Lo cual me puso tan gran espanto que nunca osé desmandarme a demandar.

Aquí viera, quien verlo pudiera, la abstinencia de mi casa y la tristeza y silencio de los moradores, tanto que nos acaeció estar dos o tres días sin comer bocado ni hablar palabra. A mí diéronme la vida unas mujercillas hilanderas de algodón, que hacían bonetes y vivían par de nosotros, con las cuales yo tuve vecindad y conocimiento. Que, de la lacería que les traían, me daban alguna cosilla, con la cual muy pasado me pasaba.

Y no tenía tanta lástima de mí como del lastimado de mi amo, que en ocho días maldito el bocado que comió. A lo menos en casa bien los estuvimos sin comer. No sé yo cómo o dónde andaba y qué comía. ¡Y vedle venir a mediodía la calle abajo con estirado cuerpo, más largo que galgo de buena casta! [...]

De esta manera estuve con mi tercero y pobre amo, que fue este escudero, algunos días, y en todos deseando saber la intención de su venida y estada en esta tierra; porque, desde el primer día que con él asenté, le conocí ser extranjero, por el poco conocimiento y trato que con los naturales de ella tenía.

Al fin se cumplió mi deseo y supe lo que deseaba; porque, un día que habíamos comido razonablemente y estaba algo contento, contome su hacienda y díjome ser de Castilla la Vieja, y que había dejado su tierra no más de por no quitar el bonete a un caballero, su vecino.

-Señor -dije yo-, si él era lo que decía y tenía más que vos, ¿no errábades no quitárselo primero, pues decís que él también os lo quitaba?

-Sí es y sí tiene, y también me lo quitaba él a mí; mas, de cuantas veces yo se le quitaba primero, no fuera malo comedirse él alguna y ganarme por la mano.

-Paréceme, señor -le dije yo-, que en eso no mirara, mayormente con mis mayores que yo y que tienen más.

-Eres muchacho -me respondió- y no sientes las cosas de honra, en que el día de hoy está todo el caudal de los hombres de bien. Pues te hago saber que yo soy, como ves, un escudero; mas ¡vótote a Dios!, si al conde topo en la calle y no me quita muy bien quitado del todo el bonete, que otra vez que venga, me sepa yo entrar en una casa, fingiendo yo en ella algún negocio, o atravesar otra calle, si la hay, antes que llegue a mí, por no quitárselo. Que un hidalgo no debe a otro que a Dios y al rey nada, ni es justo, siendo hombre de bien, se descuide un punto de tener en mucho su persona. Acuérdome que un día deshonré en mi tierra a un oficial y quise poner en él las manos, porque cada vez que le topaba, me decía: «Mantenga Dios a vuestra merced». «Vos, don villano ruin -le dije yo-, ¿por qué no sois bien criado? ¿Manténgaos Dios, me habéis de decir, como si fuese quienquiera?» De allí adelante, de aquí acullá, me quitaba el bonete y hablaba como debía.

¿Y no es buena manera de saludar un hombre a otro -dije yo- decirle que le mantenga Dios?

-¡Mira, mucho de enhoramala! -dijo él-. A los hombres de poca arte dicen eso; mas a los más altos, como yo, no les han de hablar menos de: «Beso las manos de vuestra merced», o por lo menos: «Bésoos, señor, las manos», si el que me habla es caballero. Y así, de aquél de mi tierra que me atestaba de mantenimiento, nunca más le quise sufrir, ni sufriría ni sufriré a hombre del mundo, del rey abajo, que: «Manténgaos Dios», me diga.

 

«Pecador de mí -dije yo- por eso tiene tan poco cuidad de mantenerme, pues no sufres que nadie se lo ruegue»[...]

 

VOCABULARIO

TEXTO 1 molienda (f.) aceña (f.) ribera (f.) arrimarse comendador (m.) caballeriza (f.) en achaque de brincar trebejar coco (m.) pesquisa (f.) сebada (f.) hurtar almohaza (f.) mandil (m.) desherrar devota (f.) herradura (f.) pringar mesón (m.) adestrar (adiestrar) recio calabazada (f.) jerigonza (f.) holgarse huelgo de tarnando a sagaz reposado visaje (m.) allende de demediar sutileza (f.) maña (f.) fardel (m.) argolla (f.) candado (m.) migaja (f.) contadero (m.) lacería (f.) bocado (m.) despachar costura (f.) sangrar torrezno (m.) longaniza (f.) asir asa (f.) centeno (m.) sutil tortilla (f.) cera (f) lumbre (f.) derretir destilarse dar tientos rezumar desatinar astucia (f.) arrimarse a hacer San Juan vendimiador (m.) racimo (m.) cesto (m.) desgranarse mosto (m.) valladar (m.) hacer concierto / concertar mudar propósito (m.) de dos en dos escobajo (m.) menear la cabeza sagaz de todo en todo postrer porfiado recio aína a pie enjuto discreto ensangostarse (angostarse) portal (m.) poste (m.) saledizo (m.) angosto priesa* = prisa arremeter hender longaniza (f.) curar de + inf. TEKCT 1 помол водяная мельница берег прибегнуть к помощи командор (религиозного рыцарского ордена) конюшня под предлогом зд.: подбрасывать вверх играть, шалить, резвиться зд.: урод, пугало расследование ячмень красть скребница для лошади суконка для чистки лошадей (устар.), фартук расковать лошадь благочестие, благочестивая подкова очернить, обесчестить постоялый двор обучаться, направлять стремительный, крепкий, жесткий, сильный удар головой выходка, дурачество веселиться с радостью, я рад что-л. сделать зд.: возвращаясь к ловкий умиротворенный, невозмутимый, спокойный гримаса кроме того, сверх, помимо делиться хитроумие ловкость, хитрость, уловка сумка толстое металлическое кольцо замóк крошка узкий проход для счета животных нищета, нищенский кусок кусок, укус заканчивать (работу); разделываться; есть, пить шитьё отводить, спускать (жидкость); таскать, воровать шкварки свиная колбаска хватать ручка рожь тонкий лепешка воск огонь расплавлять струиться, сочиться, капать ощупывать течь, пропускать влагу лишать рассудка хитрость, коварство полагаться на что-л. уходить немедленно, до окончания срока сборщик винограда гроздь корзина зд.: Смяться, раздавиться сок забор согласовывать, договариваться изменять намерение, замысел по два осыпавшаяся гроздь винограда качать головой сообразительный, прозорливый, проницательный   заключительный настойчивый, упорный, упрямый сильный легко, проворно, быстро, спешно посуху, безопасно, без труда находчивый, благоразумный сужаться портал, крытая галерея столб, колонна вынос, выступ (арх.) узкий   бросаться раскалывать, рассекать свиная колбаска беспокоиться, заботиться о чем-л.  
  TEXTO 2   bellaco (adj., m.) gallofero (adj., m.) harto menester lóbrego poyo (m.) hartar plegar cámara (f.) bonete (m.)   no errábades* = no errabаis   TEKCT 2   подлый, негодный нищий слишком нужда мрачный, сумрачный скамья есть досыта, до отвала молиться комната четырехугольная шапочка (головной убор духовенства и ученых); шапка

 

EJERCICIOS PARA DESPUÉS DE LA LECTURA (TEXTO 1)

 

 

1) Los títulos que preceden cada uno de los tratados servían para que el lector conociera de antemano el contenido que iba a leer (Cuenta Lázaro su vida y cúyo hijo fue, De Cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él). Escribe ahora tú títulos similares que resuman el argumento de cada una de las escenas que aparecen en los fragmentos, para guiar y ayudar en la lectura.

 

2) Elige una de las siguientes tareas:

a) Prepara un resumen del argumento desde el nacimiento de Lázaro hasta su encuentro con el ciego.

b) Reescribe, como si fuera un cuento, uno de los engaños que hace Lázaro al ciego.

 

 

3) Recuerda la descripción de los delitos de Zaide, el padre del hermanito del Lazarillo, por los que fue castigado. ¿No te parece que la descripción es contradictoria? ¿Ves alguna contradicción?

 

4) En español actual, se usa la expresión “ver la paja en el ojo ajeno pero no ver la viga el propio”. En el texto aparece una frase con un significo similar: “cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos”. Escribe un breve texto, sobre tu vida o inventado, que puedas titular con esta frase. Léelo a tus compañeros.

 

5) ¿Qué acontecimientos o situaciones piensas que conducen a “despertar de la simpleza” de la infancia? ¿Cuál ha sido tu experiencia personal?

 

 

EJERCICIOS PARA DESPUÉS DE LA LECTURA (TEXTO 2)

 

 

1) Comprueba que has comprendido correctamente el texto y responde a estas preguntas:

 

a) ¿Cómo es la casa del nuevo amo de Lazarillo? Escribe una lista de adjetivos que aparecen en el texto y escribe una lista de sus antónimos.

 

b) ¿De qué región de España es el escudero? ¿Por qué abandonó su tierra? ¿Cómo le caracteriza este hecho? Lee las últimas frases del texto y fíjate en la oposición de la moral de los caballeros con la de otras capas sociales.

 

c) ¿Cómo caracterizan los siguientes diálogos a los dos personajes?

 

Sobre el pan:

El escudero: - ¿Adónde lo hubiste? ¿Si es amasado de manos limpias?

Lazarillo: -No sé yo eso; mas a mí no me pone asco el sabor de ello.

 

Sobre la falta de la comida:

El escudero: - Vivirás más y más sano, porque, como decíamos hoy, no hay tal cosa en el mundo para vivir mucho que comer poco.

Lazarillo: -«Si por esa vía es -dije entre mí-, nunca yo moriré, que siempre he guardado esa regla por fuerza, y aún espero, en mi desdicha, tenerla toda mi vida».

 

 

d) El escudero afirma que “el hartar es de los puercos y el comer regladamente es de los hombres de bien”? ¿Cómo comprendes estas ideas?

 







Дата добавления: 2015-10-19; просмотров: 410. Нарушение авторских прав; Мы поможем в написании вашей работы!



Аальтернативная стоимость. Кривая производственных возможностей В экономике Буридании есть 100 ед. труда с производительностью 4 м ткани или 2 кг мяса...

Вычисление основной дактилоскопической формулы Вычислением основной дактоформулы обычно занимается следователь. Для этого все десять пальцев разбиваются на пять пар...

Расчетные и графические задания Равновесный объем - это объем, определяемый равенством спроса и предложения...

Кардиналистский и ординалистский подходы Кардиналистский (количественный подход) к анализу полезности основан на представлении о возможности измерения различных благ в условных единицах полезности...

Разновидности сальников для насосов и правильный уход за ними   Сальники, используемые в насосном оборудовании, служат для герметизации пространства образованного кожухом и рабочим валом, выходящим через корпус наружу...

Дренирование желчных протоков Показаниями к дренированию желчных протоков являются декомпрессия на фоне внутрипротоковой гипертензии, интраоперационная холангиография, контроль за динамикой восстановления пассажа желчи в 12-перстную кишку...

Деятельность сестер милосердия общин Красного Креста ярко проявилась в период Тритоны – интервалы, в которых содержится три тона. К тритонам относятся увеличенная кварта (ув.4) и уменьшенная квинта (ум.5). Их можно построить на ступенях натурального и гармонического мажора и минора.  ...

Методы прогнозирования национальной экономики, их особенности, классификация В настоящее время по оценке специалистов насчитывается свыше 150 различных методов прогнозирования, но на практике, в качестве основных используется около 20 методов...

Методы анализа финансово-хозяйственной деятельности предприятия   Содержанием анализа финансово-хозяйственной деятельности предприятия является глубокое и всестороннее изучение экономической информации о функционировании анализируемого субъекта хозяйствования с целью принятия оптимальных управленческих...

Образование соседних чисел Фрагмент: Программная задача: показать образование числа 4 и числа 3 друг из друга...

Studopedia.info - Студопедия - 2014-2024 год . (0.008 сек.) русская версия | украинская версия